No te tapes la nariz

My Cooking Diary. ¡Un blog que me encanta!

Hoy os voy a hablar de un blog, diario, web... (no sé muy bien lo que es) que me gusta muchísimo:

La narradora es una chica japonesa a la que le gusta cocinar y viajar. Además, tiene la gran suerte de tener un novio fotógrafo que hace unos reportajes fotográficos divinos. También hay algún video que merece  la pena ver.

Ella además de todo ésto, hace unas ilustraciones chulísimas que podréis ver aqui: My cooking Diariy

A ver si os gusta tanto cómo a mí. Os dejo unas fotos para abrir apetito (nunca mejor dicho)

Invitaciones de boda

Aquí os dejo la última invitación que he diseñado para Diana e Iker, que en breve se casan.

Lo dibujé todo a mano, incluso la tipografía, pero finalmente opté por elegir otra que no fuera hecha por mí. Encajaba mejor y era más bonita esta última que he elegido.

Aaayyyy...¡Qué vivan los novios!

¡A  ver si os gusta!

Muñecas rusas. Una al lado de la otra

Hoy es presento a estas muñecas rusas que he hecho para una recién amatxo.

Cada una de ellas no tiene sentido si no está junto a las otras. Todas ellas son uno. Y esa unidad, conforma un todo.
Veréis que una al lado de la otra forman el nombre de GANIX. Y es que este es el nombre del bebé que ha nacido.

La parte de adelante son sábanas viejas pintadas con un rotring y acrílicos. La parte trasera son de unos telas que me sobraron para unos cojines.

Espero que les guste a sus futuros dueños.

A  ver qué os parece a vosotros/as.








Invitación de boda

Aquí os dejo la invitación de boda que les he diseñado a mis amigos Rakel y Ekaitz.

Las siluetas de sus caras son de un viaje a París que hicimos juntos: en el barrio de Montmartre un artista callejero les cogió por banda y con un papel y unas tijeras les cortó estas dos siluetas.

Aprovechando ese material quisimos usarlo para el diseño de las invitaciones.
¡A ver que os parecen!




La hora del té

Este sábado ha sido el día de las reuniones:

1- Reunión con desconocidas para aprender a tejer (ver post)
2- Reunión con mis amigas ( las gallinitas, cómo nos llama Jon, ya que según él, nos juntamos y no hacemos más que darle al pico).

Así que todas juntas, junto con algunos de nuestros hombres, tomamos el té y le dimos al pico.

Nahikari nos trajo ese bizcocho tan delicioso que véis en las fotos y Jon se atrevió por primera vez cocinando galletas de avena. Todo nos supo delicioso y más aún en buena compañía.

Por cierto, Rakel y Ekaitz repartieron las invitaciones de su boda que he diseñado para ellos. Les ha gustado un montón, así que me quedo contenta. El resultado lo podréis ver en el siguiente post (voy a darle intringulis a la cosa, que suele funcionar ...)

De momento os dejo con los detalles de "la hora del té":


Primer contacto con el mundo del ganchillo

En el post anterior, ya os comenté que iba a asistir a una iniciativa, evento, reunión o taller (llamadlo cómo queráis) especial. Un grupo de 16 personas de diferentes lugares nos íbamos a reunir para desayunar y recibir nociones sobre el mundo del ganchillo de la mano de Sole Silbando.

Fue una experiencia super positiva y nos lo pasamos muy bien. 

He de decir que mi ignoracia respecto a este mundo era exagerada. Para que os hagáis una idea, ésta es mi anécdota: 

Por no tener, no tenía ni material adecuado para el curso, así que fuí a comprar lo necesario. Al acudir a una mercería le pedí agujas para hacer mitones. El tendero me sacó una agujas para hacer ganchillo (que era lo que realmente necesitaba) pero no sé porqué, para mi ojo, aquella herramienta era demasiado pequeña, así que le dije que lo que yo necesitaba eran agujas más grandes, las de tejer con lana ( y es que no tenía ni idea la diferencia que había entre unas y otras).

Cúal es mi sorpresa, cuándo mi amiga Katrin, un poco más experimentada, me ve con las dos agujas largas: ¡Amets, si éso es para tejer lana y no para ganchillo, que es lo que vamos a hacer ahora!! (¡ay Diós! mal empezaba). Iba a ser la única pardilla que iba a aparecer con unas agujas largas que para la ocasión eran inservibles, delante de 16 personas que no conocía de nada. La panoli de clase iba a ser yo.

Menos mal que cerca del lugar había una mercería, dónde sí que vendían agujas para ganchillo. Pero... mi ignoracia, se puso otra vez de manifiesto: una vez comprado lo necesario, al llegar al punto de encuentro, abro el paquete para echar mano de la herramienta y exclamo: "Katrin, que a la de la tienda se le ha ido la olla y sólo me ha puesto una agujaaaaa!".

¡Aaaayyyyy, qué mala es la ignoracia! Y es que para hacer ganchillo tan sólo se necesita una aguja. (¡Ups!creo que nadie me escuchó).

Tras esta larga introducción, he de decir que el taller fue muy divertido y estuvo muy bien explicado, pero...a mí se me hizo bastante difícil. En vez de ganchillo, creo que hice muchos nudos, pero era asombroso ver cómo la chicas que ahí estábamos (porque no se apuntó ni un hombre) iban tejiendo y tejiendo formando unas formas muy bonitas. Supongo que tendré que darme una oportunidad y tener más paciencia, pero...creo que el ganchillo no es lo mío...

Tiempo al tiempo.

Desde aquí, mis felicitaciones a Sole Silbando por la iniciativa y el ambiente creado. Aunque ella estaba algo nerviosa, decirle que todo salió genial y que las participantes estuvimos muy agusto. Eskerrik asko!!!!

Aquí os dejo unas fotitos. ¡Espero que os gusten!


En ésta última foto podéis ver mi destreza con la agujas. Ese pequeño círculo que véis de color verde es todo lo que supe hacer en una hora (jijijiji).