Hace un mes aproximadamente, ilusa de mí, emocionada, planté nuevas plantas y especias en nuestra terraza.
La intención: dar color y alegría a ese espacio de nuestra casa, ya que con frecuencia, cuando el buen tiempo acompaña, solemos organizar cenas y comidas con amigos.
Ayyyy... hace un mes, vivía esperanzada con un nuevo sol; con un ambiente veraniego, con momenticos ricos en la terracica, altas temperaturas y nikis de tirantes ...
Aaayyyy... hace un mes, la alegría inundaba mi corazón, pensando en la energía positiva que nos brindaría nuestro gran astro. Hace un mes, pensaba en comprarme nuevas gafas de sol ...
¡Pues hijos! el mes ha pasado y aquí no hace más que llover y llover. Y mi corazón se ha llenado; sí, pero de agua y mal tiempo. Y mi terraza tiene plantas; sí, mustias y lacias. Y ahí están, en sus grandes macetas sin poder hacer la fotosíntesis (que no me acuerdo muy bien del proceso, pero digo yo, que sol necesitaban). ¡Pobres!
Demos tiempo al mal tiempo, que ir, se irá, y cuanto antes y más lejos, mejor.
Tan sólo puedo decir, que al mal tiempo buena cara (aunque ¡cómo cuesta!), y que el 40 de mayo, cómo no me pueda quitar el sayo... ufffff... me compro un neopreno y digo adiós a la operación bikini, que ¡de poco me va a servir este año!
Os dejo las fotos de la terraza con las flores, el orégano, albahaca y cebollino. (¡Ojo! que las imágenes no os engañen. Son fotos sacasas hace un mes). Aaayyy... ¡hace un mes!