No te tapes la nariz

Imágenes para el paladar

Hoy os dejo con este vídeo que es una delicia.
En todos los aspectos. Ya veréis a qué me refiero.

¡Disfrutadlo!


Porta - alianzas para una boda especial

Hace algún tiempo os enseñé la invitación de boda que les hice a mis amigos Rakel y Ekaitz (ver aquí).
Pues bien, ahora os enseño un porta - alianzas que les he hecho: Es un bastidor con un bordado.

Al novio le encanta surfear y lo hace ¡genial! y la novia muchas veces le acompaña a coger algunas olas. A los  dos les gusta la playa, el sol... así que decidí bordarles unas tablas de surf con unas olas ya que desde ahora en adelante, cogeran siempre las olas juntos.

¡Qué vivan los novios!

A ver si os gusta:

Una animación que es un tesorito

El otro día, entrando en uno de los blogs (lelelerele) que suelo visitar cada vez que actualiza ( ¡bendito Google Reader!)  descubrí esta animación que me parece un tesorito que hay que compartir.

Es precioso y merece la pena dedicarle tiempo. ¡¡A ver si os gusta!!


Owl Know How from Isobel Knowles on Vimeo.


Los creadores son: http://catrabbit.com.au/blog/

Éstos son algunos de los muñecos que hacen:



Fiesta bienvenida a Ganix en casa de Paola

Tengo un grupo de amigas a las cuales nos unió la danza. Nos conocemos desde hace unos 5 o 6 años; cuando comenzamos a hacer danza contemporánea. 

Desde entonces formamos una "cuadrilla" muy maja; ya no sólo nos une esta disciplina, sino también una gran amistad. Y esta pequeña familia, cada vez va aumentando y se va haciendo más grande. Si no me equivoco ya son 7 los niños que han nacido durante esta época.

El último ha sido Ganix el bebé de Eider:
Para darle la bienvenida le hicimos una pequeña fiesta en casa de Paola. ¡En la gran casa! 
Paola vive en una casa preciosa en Hendaia (Iparralde) al lado de la playa. La tiene decorada ¡que da gusto! Además, tiene un jardín muy grande, donde pudimos degustar una de sus tartas:  una tarta de limón.

A este nuevo miembro le quisimos obsequiar con unos regalos especiales hechos a mano: Paola le hico un muñeco-mostruo y una manta con su inicial. Maialen un balón con el bordado de un dragón. Y yo tres muñecas rusas que forman el nombre de la criatura (os lo enseñé en este post).

La ama estaba encantada y Ganix lo estará cuando empiece a ser más consciente.

¡Bienvenido Ganix!

Obrigado Lisboa (2º parte)

...y sigo con mi historia con Lisboa (¿aburro?...¡siempre podéis ir directamente a ver las fotos!)

El cielo: afortunadamente en estas fechas que hemos ido nos ha hecho bastante bueno. Quitando una tarde que nos llovió un poco, el resto lució un sol resplandeciente, con lo cúal, tuvimos la suerte de poder ver el azul intenso dibujado en el cielo. Pero lo bonito no era tan sólo el color, sino las nubes gordas, "acolchaditas" y blancas (a veces grises) que se formaban contrastando un poco el panorama.
No sé...no me suelo fijar demasiado en el cielo, pero en Lisboa, cómo que se ve mucho; es cómo una fotografía horizontal que tiene más cielo que suelo. Descompensado.

Pero sin lugar a duda algo que nos dejó con la boca totalmente abierta es el mercadillo. Si vais a Lisboa sí o sí tenéis que ir al "Mercadillo de la Ladrona" que se celebra los sábados desde la mañana hasta la tarde. Es asombroso. ¡Mira que he visto mercadillos! Pues bien, puedo decir que éste es uno de los mejores que he visto y todo debido una vez más a su autenticidad: objetos viejunos a más no poder. Os podéis encontrar de todo allí. Lo más curioso es que los puestos lo ponen personas de a pie con cachibachetes inverosímiles: mandos a distancia que valen para televisiones de mi bisabuelo, cepillos de cuando "reinaba Carolo", broches de señoras que vete tú a saber dónde están, vinilos que no conoce ni mis aitonas...

De verdad, es una cita obligatoria si os gustan las cosas antiguas y gastadas.

Por último, os voy a dar un consejo muy importante: aunque esta ciudad no es muy grande, creédme cuando os digo que se "patea" muchísimo y que es muy cansado ya que todo son cuestas y cuestas muy empinadas ( me río de las de San Francisco. Vale, aquí me he pasado) . Personalmente me parece mucho más cansado bajar las cuestas con tanta pendiente que subirlas. Además, las calles están adoquinadas, lo cúal dificulta mucho el andar con tacones (que ya ví a alguna sudando la gota gorda). Yo afortunadamente llevé unas playeras bien cómodas las cuales me facilitaron las caminatas. Por lo tanto, llevad calzado cómodo. Es muy importante.

Y ahora sí, me despido de este post pero no sin antes contaros una cosa que me ha parecido realmente curiosa: las cucharillas. En todos los bares a los que íbamos las cucharillas que nos ponían era muy muy pequeñitas y ligeras. Gastadas y muy usadas. Rayadas. De éstas que puedes doblar con las manos (mejor dicho, con una única mano).

Por éso, termino diciendo que Lisboa es cómo sus propias cucharas: pequeñita, viejita, usada, desgastada, sucia, pero que si te llevas su esencia a la boca, te deja un buen gusto y una mejor sensación.

Obrigado, Lisboa.



¡Obrigado Lisboa! (1º parte)

¡Obrigado Lisboa!, o lo que es lo mismo; agradecida Lisboa.

Gracias porque nos has hecho gozar de un paisaje espectacular. Atípico, pero precioso. Y digo ésto, porque muchas veces lo que nos gusta es lo que visualmente es bonito, atractivo, bello, limpio, organizado, ordenado... pues bien, Lisboa es todo lo opuesto a  lo enumerado.

Muchas de las viviendas están sucias y grisaceas, totalmente abandonadas. Sin cuidar. Y éso que las fachadas tienen una arquitectura muy bonita: con barandillas de forja que dibujan imágenes ornamentales y paredes plagadas de azulejos de estilo retro.

Los restaurantes, en general, no son nada sofisticados: es cómo ir a casa de la vecina a comer comida casera con la mantelería recién sacada del cajón, las sillas que están a punto de romperse y la cubertería ajada y desgastada (la misma que usaba allá por 1890).

Lisboa es auténtica. Es lo que es. No quiere aparentar ser una ciudad moderna ni actual. Es una capital europea que no sigue las últimas tendencias. Parece que se han quedado anclados en el pasado y no tienen pretensiones de cambiar. Y es éso lo que hace a Lisboa auténtica y genuina.

Es gracioso, porque ésto se ve también reflejado en la cartelería que la ciudad. Muchos de los comercios tienen el rótulo del año de "maricastaña" y varios de los menús están escritos a mano en una mantel de papel y pegados con celo en la entrada del restaurante. Nada de diseño gráfico sofisticado. Así, sin más. Lo escribo y lo pongo. ¡Es genial!

Otra cosa que me ha llamado mucho la atención es la artesanía tan bonita que tienen. Objetos de cerámica con dibujos y tipografías hechas a mano con un gusto exquisito, fulares con flores de colores muy muy vivos, pañuelos y mantelerías con unos bordados increíbles...(claro está, de todo ésto algo me he traído, ¡cómo no!).

Y por último, en el post de hoy hablaré de su gente que tan grátamente nos ha sorprendido. Nos ha parecido que la población, cómo la ciudad en sí, es muy viejita. Gente arrugadita, con sus ropas antiguas, trabajadora, humilde, pero sobre todo muy amable y educada. Lejos de los prejuicios que  podemos tener todos en mente, es gente muy educada y sencilla. 
Pero de lo contario, a la noche, cuando el sol se empieza a esconder, toda la gente joven empieza a salir de sus casas  con ganas de quemar la noche y pasárselo bien. Ésto es otra cosa que me ha sorpendido mucho: cuánto ambiente nocturno hay y ¡qué ambientazo!; muchos bares, pub, chiringüitos con mojitos, caipiriñas ( y muy barato)... 

Hay tanto que contar... nos ha gustado tanto... pero bueno, de momento, os dejo con algunas imáganes que ilustran mis palabras: