Por fin he conseguido ser dominguera. Auténtica dominguera, de verdad.
Y es que finalmente, el sol nos ha acompañado durante el fin de semana. Claro qué... tal cual vino, se fue.
Ha sido un espejismo, sí. Pero...¡divino espejismo!
Las gallinitas y nuestros polluelos fuimos a pasar el día al monte con nuestras tortillas, neveras, quesos, sombrillas y demás.
Es una gozada ver cómo las familias crecen, y que en cuestión de un año somos 4 personitas más en el corral ( y lo que te rondaré morena).
Así que cada vez somos más domingueros... ¡y a mucho honra!
Adoro serlo, e incluso, espero progresar en dicha disciplina, porque este tipo de planes molan, y más, si lo haces con tus amigas de siempre.
¡Arriba el domingueo!!!!!!
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3 comentarios:
Mola dominguear a tope!
Cómo mola! Aix... Eguzkia egiten zuen garai hura... jajajaja...
Hola!! Llegue por unas invitaciones de boda a tu blog y la verdad, fue amor a primera vista. Me encantan los colores, las formas, toda la alegria y calidez que expresan y trasmiten tus fotos! Te sigo de ahora en adelante, admirando tu trabajo. Hace rato que tengo en mente hacer algo DIY, pero algo me traba y no puedo arrancar :(
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